domingo, 20 de noviembre de 2016

LAS CÁRCELES NO REHABILITAN.


AQUÍ ME TENEIS, dispuesto a escribir, algo así como mi propia vida en prisión, tras veinte años de silencio. Y lo hago, no solo porque quiero dedicarlo a la Doctora en Derecho, MAR DOMINGUEZ FLORES, sino porque creo que es bueno mostrar a la sociedad, los avatares que se pasan entre los cuatro muros.

Tras cierta reflexión, me di cuenta de lo imperfecta que forzosamente es cualquier tentativa de esta índole, pues por breve que sea una estancia en prisión y por mucho que predominen en ella los abusos institucionales, no resulta fácil exponer aquello que verdaderamente merece la pena decir a la sociedad, las cárceles de hoy no son lo mismo que las de los sesenta, que las de los ochenta ni que las de los noventa. Cada recuerdo está teñido por el estado actual, es decir, por una perspectiva maligna diferente. Semejante constatación bastaría para disuadirle a uno de su propósito. Lo cierto, sin embargo, es que de la propia experiencia cabe entresacar algunas cosas que no están al alcance de las conciencias sociales.

Siendo todavía veinte años más joven adquirí ya viva conciencia de las ansias y esperanzas que atosigan, sin tregua, a la mayoría de los presos. Desde muy pronto vi también la crueldad de los carceleros, crueldad que por muchos años viene ocultándose bajo la hipocresía y los engaños a la sociedad. La existencia de los abusos en las cárceles mal llamadas “de la Democracia” condenan al preso a defenderse de ese “ejercicio”, pero, aunque esta “defensa” podría satisfacer al preso, no podría satisfacerle como ser pensante y sintiente.

Como primera salida nos encontramos en los años mil novecientos…”noventa y seis”, con los módulos de convivencia, mal llamados de “respeto” que la maquina carcelaria se encarga de implantar al preso. De esta suerte – pese a que la Ley considera a todos iguales – llegas a darte cuenta de que todo resulta un chiste. A través de unos y otros compañeros y de la lectura de sus folletos de divulgación me convencí enseguida de que todo lo que se contaba de estos módulos no era otra cosa que una absurda mentira. La consecuencia es un libre pensamiento fanático, unido a la impresión de que las cárceles, a través de estos módulos rehabilitan al preso, una impresión demoledora. De esta experiencia nació la desconfianza hacia cualquier clase de autoridad carcelaria, una actitud escéptica hacia las convicciones que engañosamente trataban las cárceles de presentar ante la ignorante sociedad.

Veo claro, que el ser un preso con veinte años de experiencia fue mi primer intento de liberarme de las ligaduras de los “módulos de respeto”, de una “existencia” dominada de deseos, esperanzas y beneficios carcelarios. En estos módulos estaba ese maligno mundo que existe independientemente de los módulos tradicionales, mal llamados de “nocivos” y que se alzan como un enigma grande y resocializador hacia la sociedad.




Lo que acabo de exponer es verdad, al igual que un dibujo compuesto por unos cuantos trazos no puede reproducir sino, un sentido limitado, un objeto complejo, lleno de prolijos detalles. Cuando un preso halla solaz en las ideas bien ensambladas, puede suceder que este lado de su naturaleza termine por sobresalir en detrimento de sus derechos, llegando a determinar en medida creciente su mentalidad hacia la lucha de los derechos del preso. Puede muy bien ocurrir entonces que el preso vea retrospectivamente una evolución sistemática y evolutiva allí donde lo realmente vivido se desarrolló en un caleidoscopio de situaciones, pues la variedad de las situaciones carcelarias y la estrechez del contenido momentáneo de la conciencia conllevan una especie de armonización de la vida de los presos. El punto de giro de la evolución, en un preso de mi talante, consiste en que el foco de atención se despega paulatinamente y en gran medida de lo momentáneo y meramente personal y se centra en el ansia de defensa de los derechos de los presos. Las esquemáticas consideraciones anteriores, contempladas desde este punto de vista encierran tanta verdad como permite semejante conciencia.

¿Qué es en realidad pensar? Cuando al recibir impresiones sensoriales emergen imágenes de la memoria, no se trata aun de “pensamientos”. Pero cuando una determinada imagen reaparece en muchas de esas secuencias, se torna, precisamente, en virtud de su recurrencia, un elemento ordenador de tales sucesiones, conectando secuencias que de suyo eran inconexas. Un elemento semejante se convierte en herramienta, en concepto.

Tengo para mí, que el paso de la asociación libre, o, del “soñar” de los presos al pensamiento se caracteriza por el papel, más o menos, dominante que desempeñe ahí el “respeto”. En rigor no es necesario que el respeto vaya unido a una disciplina abusiva, pero si lo está, entonces, el respeto, se torna incomunicable.

¿Con qué derecho – se preguntará usted – opera el preso tan problemático, sin hacer el mínimo intento de probar ese tipo de módulos? Mi defensa, ¡todo mi pensamiento es de esta especie, el de un juego libre con conceptos!, la justificación del juego reside en el grado de comprensión que con su ayuda puedo adquirir sobre las experiencias de las cárceles. El concepto de “verdad” no es aplicable aun, a semejante estructura carcelaria, a mi entender este concepto, solo entra en consideración cuando existe el reconocimiento acerca de la falsa reinserción.

No me cabe duda de que mis pensamientos se desarrollan, en su mayor parte, sin el uso abusivo de “respeto”, y, además, inconscientemente en gran medida y sensatez. Porque ¿Cómo se explica, si no, que me “asombre”, después de veinte años de prisión, de la formación de estos módulos, con tanta falta de respeto y tantos abusos y coacciones? Este tipo de “asombro” parece surgir cuando una vivencia entra en conflicto con un mundo de conceptos muy fijado ya dentro de mí ( continuará...).

miércoles, 24 de abril de 2013

QUIENES SOMOS:
DDA ESTUDIO LEGAL es un bufete de abogados con un alto nivel de especialización logrado a través de una dilatada experiencia profesional y de una dedicación vocacional a la investigación científica en el campo del Derecho.

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Nuestro ESTUDIO LEGAL incluye Defensa, a nivel Procesal, ante los Tribunales de Justicia, Dictámenes jurídicos, laudos arbitrales y Asesoría, extrajudicial sobre cualquier controversia jurídica.

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  • DERECHO DE MENORES: Asistencia en el GRUME, Fiscalía de Menores y Juzgados de Menores.
  • DERECHO PENITENCIARIO.-
  • DERECHOS FUNDAMENTALES, ante la jurisdicción ordinaria, ante el TRIBUNAL CONSTITUCIONAL y ante el TRIBUNAL EUROPEO DE DERECHOS HUMANOS DE ESTRASBURGO.

sábado, 20 de abril de 2013

DDA ESTUDIO LEGAL
MAR DOMÍNGUEZ FLORES




Doctor Cum Laude  por la Universidad San Pablo CEU ( Chercheusse - Université Paris II Panteheon Assas - La Sorbonne  ) - Derecho Civil Comparado Europeo  Español - Francés. Sobresaliente Cum Laude por unanimidad.

Máster en Negocios Internacionales: Universidad de París.

Máster en Práctica Juridica y Procedimiento: Centro de Negocios CEF

Posgrado: Asesoría Jurídica de Empresas : Centro de Estudios del ICAM.

Licenciada en Derecho y en Historia del Arte: Universidad Autónoma de Madrid.
Idiomas: Español - Francés - Inglés - Italiano -


DIRECCIÓN:

Gran Vía nº6, 4ª Planta - 28013 Madrid